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domingo, 7 de abril de 2013

PRIMERO DE BACHILLERATO


- FUSIÓN CULTURAL
Es importante destacar que el proceso de conquista no sólo tuvo consecuencias políticas y económicas, sino que existió un fuerte impacto cultural y lingüístico. Diversas tecnologías fueron llevadas a la península a través de los árabes, además parte del pensamiento griego había sido asimilado por los árabes que lo reintrodujeron. La presencia de importantes poblaciones musulmanas, hicieron en el terreno lingüístico la arabización del Al-Ándalus.
Además de la toponimia y la influencia sobre el romance mozárabe, todas las lenguas romances de la península tomaron numerosos préstamos léxicos del árabe andalusí. Se calcula que en el español, el componente léxico árabe es el componente más numeroso tras el léxico de origen latino, siendo unas 4000 las formas léxicas usadas todavía en español moderno, muchas de ellas relacionadas con la agricultura (acequia, aljibe, algodón, alcohol) la guerra (adarga, alfanje) el comercio (arroba, azumbre) y las matemáticas (algoritmo, álgebra) que tiene su origen en esta etapa y que se han ido consolidando a través de una evolución hasta nuestros días.
Más notoria aún es la influencia árabe en la toponimia de la península ibérica, e incluso en los apellidos antroponímicos derivados de topónimos árabes (Aznar, Alcázar, Alcolea, Alcántara, Bencasim, Benalmadena, ...)
Aunque no toda España quedó islamizada, las aportaciones culturales árabes imprimieron sobre nuestras tierras una huella que hoy sobrevive en forma de monumentos de singular belleza. Y paralelamente, en progresivo descenso desde el norte, se iba construyendo un medievo cristiano cuyos vestigios conviven hoy con los del islam en la lista de lugares Patrimonio Mundial.

Califato de Córdoba en 1002.
 El primer vestigio árabe, es el centro histórico de la ciudad andaluza de Córdoba., con trescientas mezquitas e innumerables palacios y edificios públicos, rivalizaba en opulencia con Constantinopla, Damasco y Bagdad. En torno a la Gran Mezquita creció una civilización que convirtió al califato de Córdoba en faro del arte occidental musulmán durante la Edad Media. Y en esta Córdoba escribirán dos grandes pensadores aristotélicos: el médico musulmán Averroes y el pensador judío Maimónides.

Catedral de Santiago de Compostela.
Y si esto ocurría en el norte cantábrico de España, en el norte pirenaico tenían lugar otros movimientos culturales de singular relieve. El Pirineo, lejos de ser frontera, se convertía en puente de intercambio cultural.
El Valle del Boí, en la provincia catalana de Lleida, veía el desarrollo del arte y la arquitectura románicas en una sucesión de iglesias que inspiran admiración.
Algo más al sur, en Tarragona, surgía el Monasterio de Santa María de Poblet, un formidable complejo que fue a la vez iglesia, abadía cisterciense, fortificación militar, residencia palatina y panteón real donde hoy descansan los restos de los reyes de Aragón, la Corona bajo la que fueron agrupándose los territorios orientales de la península en este periodo de la Historia de España, y de cuya unión con la Corona de Castilla nacería, siglos más tarde, la España moderna. Ese reino de Aragón brindará grandes nombres a la literatura: Ramón Llull, Ausías March...
En Cuenca, construida por los árabes y reconquistada por los castellanos en el siglo XII, descubrimos la primera catedral gótica de España y las famosas casas colgantes sobre los acantilados del río Huécar.
Murallas de Ávila y la catedral.
En Elche, ya en el Mediterráneo, la cultura popular cristiana alumbraba en el siglo XIII una representación sacro-lírica que se ha mantenido viva hasta hoy y que ha sido proclamada Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad: el "Misterio de Elche", escrito íntegramente en valenciano.
En el oeste de la península, en Cáceres, los testimonios de la guerra entre moros y cristianos se sobrepusieron a los precedentes vestigios romanos para alumbrar una ciudad completamente singular, embellecida por influencias árabes, gótico-septentrionales y renacentistas.
La guerra se proyecta sobre la creación literaria: en Castilla se compone el "Cantar de Mío Cid", y en Navarra, el "Cantar de Roncesvalles".
Pero no todas las huellas fueron de guerra: también las hubo de paz. Uno de los más bellos ejemplos es la arquitectura mudéjar de Teruel, en el sur de Aragón: tanto sus cuatro torres como las iglesias cristianas de los siglos XII y XIII, que utilizaron la estructura y la decoración de los minaretes almohades, son testigos de una época en la que cristianos, moros y judíos pudieron convivir en armonía.
El último dominio musulmán en la península fue el reino nazarí de Granada, en Andalucía. Testimonio excepcional de la España musulmana de los siglos XIII y XIV, la fortaleza de la Alhambra, los jardines del Generalife y el barrio residencial del Albaicín constituyen un depósito único de la arquitectura arábigo-española.
La Alhambra, en Granada.
Granada fue conquistada por los Reyes Católicos el 2 de enero de 1492. Es el año en que Antonio de Nebrija codifica por primera vez la lengua castellana, que cobra así carta de naturaleza propia y se emancipa del latín.
Y aquel mismo 12 de octubre de 1492, tres naves españolas descubrían un nuevo continente: América. A partir de entonces, la cultura española será incomprensible sin su proyección americana.
FUENTE: WIKIPEDIA Y OTROS